viernes, 8 de agosto de 2014

HERRAMIENTAS BÁSICAS PARA LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.



INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
Es la búsqueda de alternativas y/o soluciones de los problemas existentes dentro del ámbito educativo, mediante la utilización de diversas herramientas como libros, artículos, cuestionarios, etc.

PROPÓSITO DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

Fomentar en el docente en formación un  razonamiento reflexivo por medio de metodologías  y sistematización.
*Desarrollar estrategias para la buena aplicación de las Tic, formando docentes críticos;  como por ejemplo la realización de los blogs y el compartimiento de experiencias e información.

CARACTERÍSTICAS
Objetiva
Cualitativa
Cuantitativa.

VINCULACIÓN CON EL QUEHACER DOCENTE.

R= Para la sociedad postmoderna y de globalización que estamos viviendo, la Investigación es uno de los pilares para el quehacer docente, ya que la tecnología nos está sobrepasando y por esta razón los docentes debemos estar a la vanguardia para la utilización de las herramientas Tic a nuestro favor, como el desarrollo cognitivo en los alumnos, para ahorra tiempo y desarrollar la competencia de la Investigación para ir formando docentes de calidad.

ESTRATEGIAS DE BUSQUEDA PARA LA INFORMACIÓN



·     -Se ordenaron las ideas y se delimito en el tema de interés. Mediante la expresión individual de cada uno de los compañeros, hasta llegar a unificar cada concepto con la mezcla de cada uno de los integrantes.

·     -Se solicito orientación del profesor y del personal de la Biblioteca (se visito para el diccionario pedagógico) y se pregunto si contaban con ese tipo de material, a lo que muy poco material tenían.

·       -Nos apoyamos en los mapas mentales y la lluvia de ideas para una mejor ayuda en la estructuración del tema.
·      
        -Identificamos los conceptos principales y palabras clave del tema, para buscar en internet, libros, artículos, diccionarios, etc.
·     
    -Deducimos en algunos casos los sinónimos de dichas palabras clave, para hacer una búsqueda más avanzada.

·       -Se buscaron términos relacionados en libros, artículos, diccionarios, internet, etc.




EL IMPACTO DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN LOS DOCENTES DE PREESCOLAR

Con el propósito de describir su procesamiento cognitivo, se evaluó a 283 niños desnutridos y eutróficos de 3 a 5 años, en situación de pobreza, de San Miguel de Tucumán (Argentina), quienes concurrían a control pediátrico a centros de atención primaria de salud. Se discriminaron los procesamientos cognitivos simultáneo y secuencial a partir de la Batería de Evaluación de Kaufman para niños, prueba basada en el modelo del procesamiento de información de Luria. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el desempeño de ambos grupos según su diagnóstico nutricional y sexo, mientras que según los niveles de pobreza hubo diferencias estadísticas en los grupos de 4 y 5 años, lo que muestra que los menores de menor vulnerabilidad social emplean en mayor medida el procesamiento secuencial que sus pares más pobres.

jueves, 17 de julio de 2014

METODOLOFIA PARA LA IMPLEMENTACION DE UN PROCESO PARTICIPATIVO

https://drive.google.com/file/d/0B4FzzZiGV-hKN1M2dUt6d2lqOGM/edit?usp=sharing

HACIA UNA GESTIÓN PARTICIPATIVA Y DEMOCRÁTICA PARTE III




La palabra gestión es actualmente una de las más utilizadas cuando se trata de describir o analizar el funcionamiento de las escuelas.
En cualquier caso, la palabra gestión sugiere inmediatamente actuación. Tiene siempre una dimensión dinámica y, además, necesita ser acompañada de un referente, de una especificación que la complemente.

Por esa razón nos referimos o hablamos de gestión de diferentes tipos:
• De recursos humanos.
• Administrativa.
• Del patrimonio.
• Del paisaje.

LA GESTIÓN COMO ACCIÓN Y EFECTO DE LA ADMINISTRACIÓN MATERIAL DE LA ESCUELA
Bajo este enfoque se conciben como tareas gestoras, únicamente las que tienen que ver con el ámbito administrativo, es decir, las correspondientes a la economía, la documentación y la burocracia: registros, archivo de documentos, certificaciones, inventarios, mantenimiento de la planta física de la escuela, etcétera.

LA GESTIÓN COMO CONJUNTO DE ACTUACIONES PROPIAS DE LA FUNCIÓN DIRECTIVA
Esta concepción interpreta la gestión como el conjunto de acciones que se desarrollan en la escuela y se atribuyen a las personas que desempeñan los cargos de órganos unipersonales de gobierno: dirección y subdirección.

LA GESTIÓN COMO TAREA QUE SE REALIZA POR ENCARGO
Tradicional y comúnmente se ha entendido la gestión como un proceso que se desarrolla a partir de la iniciativa de alguien o de un grupo, que define unos objetivos y encarga a otro u otros que los consigan, proporcionándoles unos recursos determinados.

Digamos, antes de seguir más adelante, que entendemos la gestión escolar como el conjunto de acciones orientadas hacia la consecución de unos objetivos, que se desarrollan en las diversas áreas de actividad del centro y en cuyo diseño y evaluación participan, en alguna medida, las personas encargadas de implementarlas   El modelo que presentamos para analizar la gestión de las escuelas está compuesto por tres componentes:

• Los ámbitos son las parcelas o áreas de intervención en las que pueden agruparse tareas de naturaleza homogénea.

• Los agentes son las personas e instituciones que intervienen o tienen la posibilidad (legal o efectiva) de intervenir. A los agentes señalados en el cuadro anterior se podría añadir, por ejemplo, la titularidad de la institución (la entidad que es su propietaria), en el caso de las escuelas privadas.

• Las funciones generales, que delimitan la intervención en el proceso gestor, a la vez que constituyen etapas de ese mismo proceso.

El modelo permite identificar y delimitar el nivel de participación que corresponde a cada agente, según los ámbitos propios de cada situación y las funciones que le correspondan en cada caso.  Puede ayudarnos también a analizar cómo y por qué se desarrolla cualquier tipo de actuación en nuestros centros.

La participación de los miembros de la comunidad escolar en la gestión y, especialmente, de los padres y madres del alumnado, es una práctica sobradamente reconocida que se manifiesta en cualquier sociedad democrática, ya que la constitución y pervivencia de ésta se fundamenta sobre todo en el funcionamiento de los mecanismos de participación de los individuos y de los grupos sociales.
Por otra parte, concebimos el centro escolar como un sistema abierto, permeable y dependiente que desarrolla y cumple sus funciones, como ya dijimos, condicionado por la interacción de los elementos internos y los del entorno. Así pues, la intervención de otros miembros de la comunidad escolar, además de los docentes, en los procesos gestores está suficientemente justificada y no únicamente porque las leyes lo reconozcan explícitamente. A esa razón se añade el hecho de que la complejidad de la gestión de la escuela reclama la presencia numerosa de personas para que puedan colaborar, según sus capacidades y competencias.


Los establecimientos escolares pueden promover procesos participativos orientados

Finalidad educativa: mediante el ejercicio de la participación se pretende preparar y capacitar a los miembros de la comunidad escolar y no solamente a los alumnos, para la democracia, la autonomía y la libertad responsable.

Finalidad gestora: entendida como la contribución en las tareas de organización, funcionamiento y gestión de la escuela.

Finalidad de colaboración en la toma de decisiones curriculares: se trata de ayudar a que los docentes lleven a cabo procesos de toma de decisiones compartidas y pertinentes, respecto a la planificación y desarrollo del currículo en la escuela.

Finalidad de control social: permite intervenir a los colectivos no profesionales de la comunidad escolar en procesos de supervisión de la actividad general de la escuela, en los aspectos administrativos y docentes.

Finalidad de interiorización del Proyecto Educativo Institucional: mediante el ejercicio de la participación se contribuye a conocer y asumir los valores y objetivos de la institución, a ayudar  a desarrollarlos y a aumentar la motivación y el sentimiento de pertenencia de sus miembros.

La educación escolar es una tarea que los docentes realizan por delegación de los padres y madres de sus alumnos. Al poner a sus hijos bajo la tutela de los docentes las familias expresan un acto de confianza, ya que hacen entrega de un ser muy querido con la esperanza de que le se le ayude a desarrollar unas capacidades que ellos, por falta de preparación o de tiempo, no son capaces de ejercer adecuadamente.

Para las escuelas y las personas que están comprometidas con la mejora y con proyectos de innovación, la participación de las familias es una consecuencia de los principios y convicciones que sustentan el modelo escolar que propugnamos. Es decir, un modelo que asume como propios y está orientado por los principios normativos de respeto, equidad, igualdad de oportunidades, compensación de las desigualdades y transparencia, todos ellos estrechamente vinculados a valores democráticos que, sin duda, defendemos.    Sin embargo, hay que tener en cuenta que es importante definir y delimitar antes las funciones y las áreas de competencia en las que la familia puede participar

miércoles, 9 de julio de 2014

GESTION EDUCATIVA

https://drive.google.com/file/d/0B4FzzZiGV-hKamxUTkluc2FPSGs/edit?usp=sharing

LA NATURALEZA Y LAS CARACTERÍSTICAS DEL TRABAJO DIRECTIVO PARTE 2



“La teoría clásica dice que el directivo organiza, coordina, planifica y controla: los hechos sugieren otras cosas” Mintzberg (1975: 49).

El estudio de la dirección pocas veces se ha dirigido hacia un interés por encontrar respuestas a la pregunta básica: ¿qué hacen realmente los directivos? Sin una respuesta satisfactoria a esta cuestión, difícilmente se podrá entender qué supone dirigir y  mucho menos, construir sistemas y métodos para ayudar a hacerlo mejor, revisando e innovando las prácticas directivas


Mintzberg (1975), en una aportación hoy ya clásica, hizo una descripción magistral y todavía vigente de lo que denominó el folclore (lo que se dice y se cree que los directores hacen) y los hechos, es decir, lo que los directores hacen de verdad en su trabajo diario. A partir de un estudio sobre la literatura, de la cual cita investigaciones sobre directores de todo tipo, de organizaciones asimismo muy diferentes, realizadas mediante metodologías diversas: observadores en la sombra, uso de diarios, grabaciones, etcétera y de sus propias investigaciones con directores generales, concluye afirmando que “los resultados de estas investigaciones se asemejan tanto a las palabras de Fayol como una pintura cubista a otra del Renacimiento”.

Es importante precisar en este punto que las personas que desarrollan tareas directivas gastan mucho de su tiempo llevando problemas de reunión en reunión.
Si salimos un momento del ámbito de lo escolar podemos ver lo que nos sugieren los trabajos de Kotter (1982). El investigador, observando durante varios meses a directores, demostró que raramente tomaban decisiones siguiendo los esquemas y pautas racionales. Las decisiones emergían de la avalancha, a veces confusa, de las conversaciones, reuniones e informes. Los sistemas de información sofisticados servían mucho más para saber lo que ya había pasado el mes precedente o el año anterior que para saber qué es lo que había que hacer inmediatamente o al día siguiente. Parece ser, pues, que las decisiones de las personas que desempeñan tareas directivas se toman más por intuición, por sensaciones y corazonadas, que como resultado de diagnósticos y análisis racionales. Por otra parte, la experiencia o los éxitos y fracasos anteriores influyen también en aquellas decisiones.

A menudo se nos dice: “la escuela debe funcionar como una empresa” o “hay que aprender de las empresas e imitarlas”. Como consecuencia, frecuentemente nos empeñamos en querer traspasar directamente, sin más matices, las soluciones y prácticas de organización y de dirección de las instituciones no educativas a nuestras prácticas escolares. Sin embargo ¿no deberíamos dejar también que las organizaciones industriales y comerciales, las empresas, sigan aprendiendo de las instituciones educativas? La expresión anterior tal vez pueda parecer algo exagerada o confusa. Vamos a explicarnos algo más.

Resulta sorprendente la insistencia en los mensajes que se reciben en las escuelas para que se aprenda del mundo de la empresa, diferentes aspectos:
• Las bondades y los beneficios de las organizaciones de estructuras flexibles (baja diferenciación jerárquica, movilidad en los individuos, equipos mixtos de trabajo, etcétera).
• La importancia de la evaluación continua de los procesos y no sólo de los resultados, como parecen querer enseñar desde las empresas, con lo de la calidad total.
• Las ventajas y potencialidades de los enfoques colaborativos o del control democrático.

Dentro de este apartado encontramos dos tipos de tareas:
• Internas: que reúnen aquellas conductas y tareas relativas a las relaciones que se desarrollan dentro del marco de la institución educativa. Comprende las tareas de relaciones humanas y de atención a las personas del equipo.
• Externas: que se refieren a las tareas derivadas de las relaciones o redes de relaciones que mantiene el directivo con otras personas o grupos ajenos a la institución escolar. Se incluyen en este rol una gama de tareas que se refieren a las actividades de intercambio. El directivo da algo con el fin de recibir también, a cambio, algo que es considerado útil o satisfactorio para la organización.

Como hemos visto, excepto las organizaciones formadas por un número ínfimo de personas, todas las demás necesitan establecer una diferenciación de roles y funciones entre sus miembros, para desarrollar eficazmente las tareas que le son propias. Así pues, parece imprescindible que en las escuelas existan unas personas, a las que se denominan directivos, cuyos roles y funciones sean diferentes a los de las personas que desarrollan tareas de enseñanza, de acción tutorial, de apoyo psicopedagógico o labores administrativas.

Quienes desempeñan esas tareas deben poseer alguna especialización que puede adquirirse mediante procesos de formación, desarrollados de manera individual y autónoma, o a través de la reflexión en común sobre sus prácticas con colegas miembros del equipo directivo. Pero también se pueden obtener y mejorar mediante la participación en planes y programas de formación previos al desempeño de la función y en actividades de formación permanente, desarrolladas organizada y sistemáticamente, en las que se defina expresamente el tipo de directivo que se pretende formar.

Lo importante es destacar que estas tareas de dirección no implican unas acciones jerarquizadas o autoritarias por parte del director o del equipo directivo que las llevan a cabo.
Bien al contrario, para el buen funcionamiento de la institución escolar, la función directiva consiste en motivar y coordinar diferentes acciones, consensuadas entre todo el equipo docente.
Para conseguirlo, hemos visto en el texto distintos mecanismos de poder que el director puede utilizar, aunque los más recomendados son los que se conocen como poder de experto y poder de oportunidad.

Por último, destacar la variedad de funciones y de roles a los que debe hacer frente en el día a día el director de escuela: desde representar a la escuela ante organismos institucionales diversos hasta encontrar la llave perdida de un aula y todo ello, mientras se motiva al resto del equipo docente para conseguir los objetivos que la institución se ha propuesto